Me helo la sangre verlo, su cara
mostraba demasiado, más de lo que yo quería ver. Me apretaba demasiado los
brazos y casi los estaba dejando sin circulación.
Gianluca: Ignazio déjala, la lastimas…
Ignazio desapretó un poco mis brazos,
pero seguía tomándome firmemente. Trague saliva y lo mire fijamente, sin que
viera que realmente me estaba asustando.
Ignazio: Contéstame Elizabeth…
Elizabeth: No sé quién te dijo eso… no
es cierto y meramente ¿Qué haces aquí? (Me solté de su agarre y me aleje) Yo te
dije que no te quería ver a ti… a ni a ninguno de ustedes.
Piero: Elizabeth, sabemos todo…
Elizabeth: Ustedes no saben nada… ahora
es mejor que se vayan, nadie los invito a mi casa.
Ignazio: Elizabeth deja de mentir, sabemos la verdad… Michael nos lo
dijo…
Me quede callada por un momento, estaba
realmente asustada, no quería traer a nadie más a mi calvario, me acomode más
en el suelo poniéndome firmemente y mire con algo de desprecio.
Elizabeth: Tu mismo me dijiste que no
ibas a venir a mí ni aunque me estuviera muriendo…. (Él endureció sus
facciones) Ahora cúmplelo y lárgate.
Ignazio: Entonces si es verdad… ¿Por qué
no lo dijiste? ¿Por qué me alejaste de ti?
Elizabeth: No voy a seguir hablando
contigo o con nadie, así que ya vete de mi casa.
Me di la vuelta y camine hasta las escaleras,
comencé a subirlas escuchando como Ignazio gritaba mi nombre, solo mire hacia
donde estaba y seguí caminando al llegar a un lugar donde no me vieran me
detuve a escuchar.
Ignazio: ¿Por qué no me avisaste antes
Michael?
Michael: Respete su decisión de
alejarlos… pero Ignazio hay algo que debes saber…
Gianluca: ¿Qué ha pasado está demasiado
demacrada?
Michael: No hemos encontrado donador…
sus verdaderos padres no quieren apoyar y las quimios no están sirviendo… Ignazio
ella se va a morir y no puedo dejar que se vaya sin verte a ti y a los chicos…
no sé cuánto falta… pero todos sabemos que no es mucho.
Limpie una lagrima que caía de mi
mejilla, hasta Michael sabía que iba a morir, por eso odiaba que se lo
recordara cada vez que podía. Intente no correr a abrazar a Ignazio, quería ir
y decirle que lo extrañaba que odiaba estarme muriendo y no tenerlo a mi lado.
Iba a comenzar a caminar cuando todo se
me movió, estaba algo debilitada por las quimios y era fácil que me desmallara.
Sin poder gritar caí a un lado de la escalera, casi rodé por ellas. Los chicos
fueron detrás de mí al escuchar el sonido de mi cuerpo caer al suelo.
Ignazio: Elizabeth, por favor despierta
niña, despierta.
Me tomo en sus brazos, todos comenzaron
a alterarse y llamaron a mis padres y todos se fueron directo al hospital,
escuchaba como Ignazio hablaba desesperado y Michael con él. Sentía sus manos
en mi cara y abrazándome fuertemente. Pero no podía, no podía hacer nada.
De un momento a otro deje de escuchar
cosas, nadie hablaba, nadie decía nada y nadie me tocaba. Solo escuchaba un
zumbido y me dolía demasiado el cuerpo. Cuando menos lo espere se hizo la luz y
mis ojos se fueron abriendo lentamente.
Moví un poco mi cuerpo y mire a mi
alrededor, en unos sillones estaba Michael con Ignazio, ambos estaban dormidos.
En otro lugar estaba Piero y Gianluca, igualmente dormidos. Intente sentarme
pero me dolía demasiado el cuerpo tanto que solté un pequeño quejido que hizo
que Michael se despertara.
Michael: Quédate quieta Elizabeth.
Elizabeth: ¿Qué paso?
Michael: Dijeron los doctores que era
normal, que es por la falta de fuerzas… pero decidieron dejarte aquí esta
noche.
Elizabeth: Mañana me podre ir ¿Verdad?
Michael: Si, solo que por la caída que
tuviste te dejaron aquí… rodaste por media escalera…
Elizabeth: ¿Si me caí por la escalera?
Michael: Si, Ignazio apenas alcanzo a
tomarte en sus brazos (Suspiro) Me asuste demasiado mi amor… pensé que te perdía.
Elizabeth: No Michael, todavía no me voy
a morir… eso espero.
Me beso levemente en la frente y me
abrazo mientras acariciaba mi cabeza. Me di cuenta que no llevaba la peluca,
pero realmente estaba tan asustada y cansada que no me importo. Volví a
quedarme dormida en sus brazos y ya no supe más de mí hasta el día siguiente,
que me levante y ya era de mañana. Me sentía mejor mi cuerpo ya no dolía tanto
como ayer, pero aún me sentía muy cansada. Ignazio fue el primero en abrazarme
al salir de mi habitación, beso mi cabeza levemente.
Ignazio: No quiero perderte Elizabeth…
Eres mi mejor amiga, eres todo para mi… no te vayas (Dijo conteniendo las lágrimas)
Elizabeth: Ignazio, no puedo prometerte
eso (Levante los ojos) Porque tampoco se lo puedo prometo a Michael.
Ignazio: Buscaremos la manera, los
chicos y yo no haremos los exámenes para poder ver si alguno es compatible… jamás
te dejaremos sola, eres nuestra mejor amiga.
Sonreí, sabía que ellos me ayudarían en
todo lo que pudieran, pero sabía que si de todos modos ellos no eran
compatibles aun así no podrían hacer nada. Fuimos directo a mi casa, los chicos
se quedaron en el hospital y dijeron que irían después, cuando ya hubieran
sabido los resultados de los exámenes.
En cuanto llegue me aplaste en el
sillón, mire por la ventana que daba al patio trasero y vi a mis hermanos,
todos estaban entreteniendo a Janeth y a Randy, para que ellos no se dieran
cuenta de que me estaba pasando.
Michael: Tranquila todo estará bien,
ellos no sabrán que te pasa…
Elizabeth: Michael… si muero ¿Qué les dirán?
¿Ya lo pensaron?
Michael: Si… lo hemos pensado, pero no
encontramos algo que no los lastime demasiado… más de lo que será tu ausencia.
Elizabeth: No entiendo porque me está
pasando esto… yo jamás me porte mal con alguien jamás lastime a nadie y Dios me
pone esta prueba tan difícil (Salió una lagrima) Quiero que todo esto acabe… no
lo soporto.
De repente escuche unos gritos venir de
la puerta trasera, limpie mis lágrimas y puse una sonrisa en mi rostro. Eran
mis pequeños hermanos que venían corriendo a abrazarme.
Janeth: Elizabeth (Se abalanzo sobre mi)
Llegaste, ¿Por qué no estuviste anoche aquí?
Randy: Si ¿Por qué no estabas? Fuimos a
tu cuarto y no estabas…
Elizabeth: Tuve que ir a hacer unas
cosas, porque no estaba… pero ya volví no los dejare solos…
Janeth: Que bueno, mis hermanos son
divertidos pero ¡ninguno como tú!
Elizabeth: Lo sé, solo yo sé cómo
sacarles sonrisas a ambos…
Randy: Aun no entiendo…
Elizabeth: ¿Qué no entiendes?
Randy: ¿Porque no tienes cabello?
Elizabeth: Es porque lo donde… a niños
que lo necesitan.
Janeth: Pero tu cabello era lo más
importante para ti… siempre te lo arreglabas bonito y lo lucia mucho…
Elizabeth: Tarde me encontré que había
cosas más importantes Janeth… el cabello es lo de menos…
Randy: ¿Y porque ellos necesitaban tu
cabello?
Elizabeth: (Me puse nerviosa) porque… mi
cabello es curativo… y ellos lo necesitan más que yo…
Sonreí y los abrace, mis hermanos estaba
detrás de ellos y solo miraban con lágrimas en los ojos lo que yo les decía a
ellos, todos esperábamos algo positivo de todo esto. Pero todos sabíamos lo que
podía pasar, lo que era lo más evidente, yo me iba a morir antes de que
encontráramos algún donador.
Separe a mis pequeños hermanos de mí,
ellos corrieron y se posaron a lado de Michael y ahí me di cuenta, mis padres,
mis hermanos y Michael siempre fueron lo más importante. Ahora me debatía entre
la vida y la muerte y probablemente un día ya no despertaría de mi cama. Así
que la imagen que veía en esos momentos era lo que me quería llevar en mi
memoria.
Ellos viéndome con amor y con esperanza.
Queriendo detener el tiempo por tenerme más a su lado era lo que deseaba
llevarme a la tumba, esa sensación de no estar sola. De tener una familia que
estaría conmigo aun cuando las cosas se pusieran feas, aun cuando yo no tuviera
ninguna esperanza, aun aunque supieran que amarme en estos momentos iba a ser
un dolor inminente para ellos.