Capitulo 9……… Un Pequeño Accidente.

Después del desayuno, seguimos platicando de infinidad de cosas, teníamos tanto de no vernos que teníamos una y mil cosas que decirnos, Jermaine me presento a su hermosa esposa, Hazel, era muy linda y amable conmigo.

Hazel: Así que tu eres la famosa Elizabeth, me hablan maravillas de ti niña.

Elizabeth: Gracias, es un gusto conocerla.

Hazel: No me hables de usted, eres mi cuñada, vamos a tutearnos.

Elizabeth: Claro Hazel.

Me dio un beso en la mejilla, después todos decidimos salir, paseamos un rato, pero veo que no pasábamos desapercibidos, por doquier había montones de chicas gritándole cosas a Michael.

Fan1: ¡Michael cásate conmigo!

Michael le respondía con una sonrisa y un beso lanzado, hay como me enojaba lo que le gritaban, “¡Mike que sexy eres!” eso ya todas lo sabemos, esperen no quise decir eso, yo… yo… ash me hacen enojar y digo la primera tontería que se me viene a la mente.

No podía ser lo que había dicho en mi pensamiento, es mi hermano, no puedo decir esas cosas, por un momento me perdí en mis pensamientos y no decía nada, solo caminaba con forme me llevaba la corriente, llegamos a una de las tiendas que no se que querían comprar y nos adentramos ahí.

Michael: (Dijo bajito solo para que yo escuchara) Odio venir de compras.

Elizabeth: Si, yo también, me aburro.

Nos sentamos en una banca cerca de donde los demás compraban cosas, cuando Michael se recargo bien yo puse mi cabeza a sus piernas acostándome sobre la banca.

Michael: Esto me acuerda a nuestras noches estrelladas en Gary.

Elizabeth: Si, ¿Te acuerdas cuando le encontrábamos formas a las estrellas?

Michael: Como olvidarlo, después de que te fuiste seguí haciéndolo.

Elizabeth: Si yo… yo también, todas las noches salía y me quedaba en el balcón de mi habitación, muchas veces me quedaba dormida ahí, y Abril y Cintia tenían que irme a despertar (Dije recodando todo)

Michael: ¿Querías volver?

Elizabeth: La verdad…… Tenía miedo que ya no me quisieran como lo hacían antes, después de que dos años no había recibido carta suya pensé que se habían olvidado de mi (Dije desviando la mirada)

Michael: ¿Cómo que no recibiste cartas? (Dijo sentándome para que lo viera directo a los ojos)

Elizabeth: Desde hace dos años, jamás me llego carta, todos los días iba a preguntar y no había nada, yo pensaba que era porque estaban muy ocupados con sus giras y todo eso.

Michael: Pero yo siempre te escribí, jamás deje de hacerlo.

Elizabeth: Tal vez se perdieron, o yo que sé, pero estoy de vuelta y no me iré, no quiero que vuelva a pasar que no me pueda comunicar contigo por dos años.

Lo abrace y los dos caímos para atrás de la banca.

Elizabeth: ¿Te lastimaste?

Michael: No ¿Tu?

Elizabeth: No, estoy bien, no te preocupes.

Levante la mirada y me encontré con la suya, estábamos muy cerca que sentía su aliento cerca del mío, nuestras miradas se encontraban y sacaban chispas, ninguno de los dos reaccionábamos, no dejábamos de mirarnos y, por alguna extraña razón, queríamos que uno de los dos se acercara para acabar con el espacio que quedaba entre nosotros.

Katherine: ¿Qué paso aquí?

Elizabeth: (Volteando a ver a mi madre) ¡Nada! (Dije asustada)

Katherine: ¿Cómo que nada? No me gusta que jueguen tan rudo se van a lastimar.

Michael: Es que nos caímos cuando nos dimos un abrazo.

Katherine: Bueno levántense ya.

Me quite de encima de Michael y el del suelo, nos limpiamos y ya no nos dirigimos la mirada, ¿Qué había pasado? ¿Por qué reaccionábamos de esa manera? ¿Por qué me dieron ganas de poder probar sus labios?

Moví la cabeza en forma de tratar de disipar mis pensamientos de mi mente, pero nomas no se iban, no dejaba de pensar en su hermoso cabello rizado y negro, sus lindos y embriagadores ojos color marrón y su sonrisa enigmática que me perdía en ella con tan solo verla.

Elizabeth: Yo ahí vengo iré al baño.

Salí casi corriendo y fui directo al baño, me eche agua a la cara y me mire al espejo.

Elizabeth: ¿Qué te está pasando? No puedes pensar eso de él, no él no, él es tu hermano, tu mejor amigo, no lo puedes ver como nada más.

Me seque la cara y me puse un poco de maquillaje, y mientras lo hacía me reprimía a mis misma de seguir con esos pensamientos que no debían seguir. Salí del baño y fui con los demás, Michael y yo solo íbamos caminando no hablábamos ni nada, creo que a los dos nos había afectado ese pequeño accidente.

Nos subimos a la camioneta y no sentamos uno del lado del otro, todavía sin mirarnos y ni hablarnos.

Katherine: ¿Por qué están tan serios?

Elizabeth: No se, creo que se nos acabaron las palabras (Dije bromeando)

Katherine: Que ocurrente amor (Dijo riendo)

Todos reímos pero seguimos cayados, no sabía cómo romper el hielo en ese momento, pero la verdad ni quería, me sentía extraña por como empezaba a ver a mi hermano, ¿Sera tanto tiempo que estuve alejada de chicos que eso me afecto? ¿Podría ser verdad? Lo que si estaba claro es que debería dejar de pensar así, ósea es mi hermano ¿Qué rayos me pasa?

Llegamos a la casa, yo había comprado solo un vestido y unos zapatos para la noche, que sería una reunión que mis padre y hermanos nos organizaron, bueno a Michael pero lo que le celebran a él me celebran a mí, me metí a mi habitación y me bañe, salí envuelta en una toalla y me senté en la cama, miraba para los lados y suspiraba tratando de calmarme.

Elizabeth: ¿Qué es lo que me pasa? No puedo dejar de pensar en sus hermosos ojos fijos en los míos, se que está mal, pero no puedo negar que mi hermano es muy guapo.

Dije mientras cerraba mis ojos y mordía mis labios, salí de mis pensamientos y me dispuse a arreglarme, primeramente me peine con unos chinos y maquille un poco, no quería pasarme de maquillaje, después de haber terminado me puse el vestido era estraple, color negro y con una bandita rosa abajo del pecho y se formaba un pequeño moñito en medio. Los zapatos eran de tacón color negro, no eran muy altos, termine de arreglarme y baje a donde todos se encontraban, la reunión seria en el jardín de la casa.

Busque con la mirada a Michael y lo encontré, estaba muy divertido hablando con una chica de cabello rizado, pero al instante voltio y me vio, me hiso una señal que fuera y yo fui.