Era
el inicio del ultimo día, como todos estos días yo despertaba en los brazos de
Michael, ahora yo me había despertado antes que él, lo miraba detenidamente, y
recordaba que ya no podría tenerlo así desde mañana, pues era lo mejor para
ambos.
Miraba
y gravaba en mi mente todos y cada uno de sus detalles, ¿Cuánto paso? No sabría
decirles, tal vez 10 minutos o 1 hora, el fue abriendo sus ojos lentamente y al
toparse con mi mirada sonrió dejándome ver su hermosa y blanca dentadura, se
acerco y atrapo mis labios con los de él.
Michael:
¿Cómo dormiste?
Elizabeth:
Muy bien, ¿Y tú?
Michael:
Siempre que duermo contigo duermo muy bien.
Elizabeth:
(Lo abrace fuertemente) Quisiera que este día nunca acabara.
Michael:
Si, yo también lo quisiera.
Nos
quedamos unos momentos acostados sobre la cama sin decir nada, solo abrazados,
sintiendo el respiro, sintiendo el latir de nuestros corazones, que pronto se
quedarían vacios, pues ya al día siguiente tendríamos a nuestros padres en
casa.
Cuando
nos levantamos fuimos a desayunar, mientras desayunábamos vinieron a entregar
la correspondencia, yo fui por ella y volví a la mesa, donde me esperaba
Michael.
Michael:
¿Qué llego de nuevo?
Elizabeth:
(Mirándolas) Cuentas de papá, de mamá, una carta para Tito y (La tome) Una
carta de Ignazio (Dije con gran alegría)
Michael:
Oh que bien (Dijo con gran indiferencia) Ya termine.
Se
levanto bastante molesto de la mesa y recogió lo que el había ensuciado, sin
dejarme decir nada salió del comedor, dejándome completamente sola, yo solo
mire por donde se fue y di un largo suspiro.
Elizabeth:
Siempre lo mismo.
Recogí
lo que había ensuciado y después fui a mi habitación, como lo supuse Michael no
estaba ahí, se había enojado con una simple carta, yo me senté en la cama y
comencé a leer la carta, no decía mucho, solo me avisaba que pronto vendría a
Estados Unidos y me enviaba las fechas exactas y dos boletos para su concierto
aquí, sonreí y guarde la carta en donde siempre guardaba mis cosas más
preciadas y mi diario, en el cual estaba la fotografía donde estaba con Michael
dándome un lindo beso.
Elizabeth:
(Suspire mirando la fotografía) ¿Por qué siempre tiene que ser así?
Guarde
la fotografía en medio de las hojas de mi diario y me levante decidida a buscar
a Michael para arreglar este asunto, comencé a buscarlo por toda la casa y no
lo encontraba, así que opte por buscarlo en el jardín, al salir lo vi lejos en
la sombre de un árbol sentado y se miraba pensativo.
Elizabeth:
(Acercándome) Michael… (El me miro y se levanto para irse) Espera ¿Por qué lo
haces tan difícil?
Michael:
¿Hacer tan difícil que?
Elizabeth:
Esto (Dije enojada) Michael, te enojas porque recibo una carta de Ignazio, por
Dios.
Michael:
Sera porque te emocionas demasiado… mejor sigue leyendo tus cartitas de tu
enamorado (Dijo dándose la vuelta)
Elizabeth:
Espera ¿Qué? (Lo alcance y me puse enfrente) ¿De mi qué?
Michael:
De tu enamorado, de tu novio (Dijo enojado) No me importa…
Elizabeth:
Michael estas mal, Ignazio solo es mi amigo, NO es mi novio (Dije riendo) El me
ve como su mejor amiga y yo a él, entre nosotros no hay nada.
Michael:
¿Y quieres que lo crea?
Elizabeth:
Si eso pretendo, pero ¿sabes? (Me enoje) Si no me quieres creer está bien, yo
no te voy a rogar.
Me
di la vuelta y comencé a caminar hacia la casa, de ahí subí a mi habitación y me
recosté sobre la cama, solo mirando el techo, al poco rato se escucho que
movían la perilla de mi habitación, me senté sobre la cama y vi que era
Michael, el se acerco y se subió en la cama quedando muy cerca de mí.
Michael:
Lo siento.
Elizabeth:
¿Por qué piensas que tengo algo con Ignazio?
Michael:
Porque tu jamás lo desmentiste.
Elizabeth:
Si ya recuerdo, pero Michael, el es solo mi mejor amigo y ya.
Michael:
Pero me llena de celos en solo pensar que alguien más te pueda interesar (Dijo
acercándose a mí y haciéndome caer recostada) Que alguien te llegue a besar,
todo eso me llena de unos celos incontrolables.
Elizabeth:
Pero solo una persona me interesa (Sonreí) Pero es muy celosa esa persona.
Michael:
Creo que esa persona necesita mucho amor hoy.
Solo
sonreí y lleve mis manos a su cuello y lo acerque a mí para que mis labios
hicieran contacto con los suyos, pero esto fue de una manera diferente, sus
labios me besaban de una manera diferentes, pues ambos sabíamos que hoy era al
ultimo día que ambos podríamos amarnos.
Sus
manos fueron directo a mi cintura donde comenzó a jugar con mi blusa mientras
que yo jugaba con su cabello, poco a poco nuestras pulsaciones y respiraciones
se iban incrementando al igual que nuestros besos y caricia, paso sus labios a
mi cuello, mi mente estaba completamente perdida por los besos y caricias que
me proporcionaba Michael, pero en un momento regrese a mis cávales, ¿Qué
hacíamos? Teníamos solo 17 años y aparte éramos hermanos, esto no estaba
correcto, mas mi cuerpo y mi corazón no me dejaban detenerme.
Elizabeth:
Michael (Lo aleje un poco y lo mire) Michael no podemos seguir con esto…
Michael:
¿Por qué no?
Elizabeth:
Porque… simplemente porque esto está mal, Michael somos hermanos…
Michael:
Solo por una vez quiero dejar de pensar en que está bien y que está mal (Dijo
cerca de mi oído mientras besaba mi cuello) Solo por una vez quiero amarte con
locura, poderte tener siempre a mi lado (Suspiro) Solo por una vez quiero
olvidar que lo nuestro es un… Amor Prohibido.
Sin
decir nada mas tome su rostro y lo bese como nunca antes lo había besado, lo
bese con amor, con pasión, quería tenerlo cerca de mí, poder cruzar la línea y
no arrepentirme por eso.