Capitulo 39……… ¿Qué Me Encontré?

En ese momento avente a Michael lejos de mí haciendo que callera de la cama y yo me senté para mirar a quien había abierto la puerta.

******: ¿Qué estaban haciendo?

Elizabeth: ¡Ignazio! Me asustaste (Me levante y ayude a Michael) ¿Te encuentras bien?

Michael: Si, no te preocupes (Miro a Ignazio y este reía)

Ignazio: Si van a hacer algo debería de poner el seguro en la puerta ¿No creen?

Elizabeth: No estábamos haciendo nada malo (Dije desviando la mirada) ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

Ignazio: No, bueno buscaba a Michael, pues quería hablar con él, así que fui a buscarlo a su habitación, pero no lo encontré, te iba a preguntar a ti… pero veo que interrumpí algo.

Michael: No, para nada (Dijo sonriendo) Solo conversábamos ¿Verdad linda?

Elizabeth: Así es.

Michael: ¿De que quieres hablar?

Ignazio: No, no es nada importante… podemos platicarlo después.

Elizabeth: Sera mejor que ambos se vayan a dormir… ya es noche y pues no queremos que mis padres se despierten ¿O si?

Ignazio: Para nada (Beso mi mejilla) Nos vemos mañana bella.

Elizabeth: Si Ignazio cuídate, espera a Michael para que se vayan juntos.

Michael: Adiós mi amor.

Se acercó y beso mis labios con amor, pasión y muchos celos, pero ahora solo me dio risa, me separe un poco de él y me reí en su cara, Ignazio estaba sorprendido atrás de nosotros, pero luego sonrió recordando lo que le había dicho. Ambos salieron de mi habitación dejándome cambiarme para dormir por fin.

28 de julio de 1976.

El tiempo había pasado rápidamente y la semana de descanso de los chicos ya había terminado, así que nos fuimos con ellos a su gira por Estados Unidos y Canadá, mis padres por poco no nos dejaban ir, pues ahora los chicos no estarían con sus padres, pero después de mucho rogar logramos nuestro cometido.

Hoy nuestra primera parada New York, los chicos aun no se acostumbraban a verme de esa manera con Michael y no era para menos, era muy complicado ver como de un día para otro nacía el amor entre dos hermanos, pues eso fuimos durante muchos años.

Gianluca fue el mas afectado de los tres, pues en un momento creyó que yo lo había usado para darle celos a Michael, luego recapacito e intento entender lo que sucedía, mas no lo digería totalmente o mas fácilmente como los demás, Ignazio y yo intentábamos encontrar la forma de hablar con mis padres, pues éramos los mas analíticos, mas en ninguna de la opciones que pensábamos o decíamos se miraba la parte buena.

Michael: Esto será más difícil de lo que pensé.

Elizabeth: Es que de que manera podremos decirles a nuestros padres… ¡Que horror!

Michael: Tranquila bella (Me tomo de la cintura) Veras que todo se arreglara.

Elizabeth: Eso espero.

Me escondí en su pecho y él beso mi cabeza y me abrazo más fuerte, era una verdadera tortura querer a alguien y tener el miedo a perderlo por terceras personas.

Después de un tiempo intentándonos relajarnos decidimos irnos a arreglar, pues el concierto de los chicos empezaría pronto y teníamos que estar todos listos para hoy, Michael y yo como siempre compartíamos una habitación, él se metió a su cuarto a bañar y yo hice lo mismo pero en el mio.

Termine de bañarme y me puse una bata y comencé a arreglar mi cabello, lo ondule un poco y luego puse un poco de maquillaje en mi rostro, al terminar me puse un vestido negro que se adhería a mi cuerpo, unos tacones del mismo color y me mire al espejo sonriendo, salí del cuarto y me dirigí a la sala a esperar a Michael, pero al llegar él ya se encontraba allí.

Elizabeth: ¿Recuerdas este hotel? (Dije acercándome a él)

Michael: Si, lo recuerdo muy bien (Me tomo de la cintura) Fue aquí donde estuve a punto de besarte, recuerdo que te asuste y me perseguiste, pero ambos caímos y una mesa nos iba a caer encima.

Elizabeth: Nos hiciste rodar y tu quedaste sobre de mi, yo ansiaba probar por primera vez tus labios (Me sonrió y yo a él) Desde hacia mucho tiempo yo ya te amaba.

Michael: Yo igual y siempre lo seguiré haciendo.

Unimos nuestros labios disfrutando de aquel hermoso momento, después nos separamos lentamente y nos sonreímos mientras íbamos a juntarnos con los chicos, nos subimos a una camioneta que nos llevo directo al estadio donde ellos se presentarían.

Entramos y esperamos en la primera fila, Michael y yo, a que el show iniciara, a veces Michael me hacia reír con comentarios sobre mi oído o simplemente me besaba la mano y me sonreía con aquellos dientes hermosamente blancos.

En menos de lo que nos dimos cuenta los chicos empezaron con lo suyo y allí estábamos nosotros apoyándolos en todo lo que podíamos y aplaudiendo eufóricamente por aquellos tres.

{En la casa de los Jackson}

En la casa se respiraba una tranquilidad demasiado grande, hacían falta aquellos dos chicos que encendían la casa en llamas de felicidad, Katherine para quitar esa ausencia comenzó a arreglar los cuartos de estos dos chicos.

El cuarto de Michael estaba hecho un caos, la ropa tirada por un lado, libros y demás a la deriva, ningún objeto estaba en su lugar correcto, era increíble como estaba en total desorden aquella habitación.

Sin mas remedio comenzó a arreglarla, poniendo la ropa en el sesto de ropa sucia, acomodando los libros en la pequeña biblioteca personal que Michael poseía, dejando los zapatos bien apilados y lo demás quedando en su lugar de origen.

Katherine: Vaya… este niño tiene hecho un desorden aquí ¿Cómo encontrara sus cosas dentro de tantos cachivaches?

Terminando aquel desvárate de habitación paso a la que estaba enfrente de esa habitación, si l a habitación de Elizabeth, esta, todo lo contrario que Michael, pues solo tenia unas cosas fuera de su lugar, lo que era ropa y demás estaba casi perfectamente acomodado, Katherine solo limpio el poco polvo que estaba sobre algunas cosas.

Al hacerlo por error de cálculos tiro del peinador una pequeña botella de color morado que contenía perfume, este rodo escondiéndose debajo de la mesita de noche que se encontraba al lado derecho de la cama.

Con fastidio Katherine se acercó y se puso de rodillas para poder alcanzar aquella botella pero al agacharse para tomarla encontró algo más que aquella botella. Era una caja muy grande, la tomo y junto con aquella botella las puso sobre la cama, dejando la caja sobre la maca fue a dejar la botella en su lugar de origen.

Con una gran curiosidad se acercó a tomar aquella caja y se sentó sobre la cama depositando aquella caja en sus piernas.

Esa caja era de color blanco con algunas decoraciones negras y azules, la destapo y dejo ver que dentro de esta estaban algunas cosas, cartas, fotos y un cuaderno algo grueso de pasta café con algunos adornos en color plateado que formaban flores.

Katherine tomo las cartas y miro el remitente, varias eran de Gianluca, otras de Ignazio, de Cintia y también de Abril, muchas eran cartas y al buscar más encontró varias de la familia enviadas al instituto.

Miro las fotografías que se encontraban allí, había una de pequeños de Elizabeth y Michael, estaban enfrente de un gran pastel, las velas ya se encontraban apagadas y los niños mostraban una gran sonrisa, mas en los ojos de la pequeña aun había una pizca de tristeza, era una fiesta de cumpleaños, días antes que aquella niña se fuera lejos por un tiempo.

Siguió viendo las demás fotografías había de la pequeña Elizabeth con sus amigas del colegio, en los grandes jardines de aquel lugar y se le notaba un brillo diferente en los ojos, felicidad así de simple.

Indago en las demás y encontró mas recientes, la fiesta de cumpleaños que tubo años atrás con Michael después de tantos años separados, la felicidad de parte de ambos y un brillo irregular al mirarse, al abrazarse, todo era diferente, también una foto con Gianluca, este la besaba y ella sonreía mientras el beso pasaba, era un muy linda y romántica foto.

Cuando dejo de lado aquellas fotos se concentro en aquel libro de hermosa pasta, comenzó a abrirlo y al poner la primera pagina miro la letra, era de Elizabeth, de eso no cabía duda, comenzó a leer y por la fecha dedujo que se trataba de algo muy personal, pues aquí venían sus memorias.

Katherine: A que niña… debe ser su diario… no debo leerlo.

Pero como la curiosidad mato al gato, Katherine no lo dejo en su lugar de origen, aun peor, se acomodó cómodamente para poder leer lo que su hija había redactado en aquellas paginas, ¿Tan doloroso, feliz o malo habrá sido para no decírselo a ella? Eso fue lo que se pregunto, así que decidió seguir y leer los recuerdos de Elizabeth sin consentimiento alguno.

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Hola chicas, disculpen la tardanza, pero me han surgido muchos inconvenientes, en primera, tengo una abuela, ya esta grande y necesita cuidados, ya se imaginara, me la pasaba en el seguro y cosas de esas, segundo, no  muchas saben que no me llevo con mi papá y lo digo pues porque no me avergüenza, pero no podía escribir porque lo tenia en la casa y es muy estresante, tercero, estoy en la escuela y me dan dibujo técnico, es la materia mas difícil que he llevado, con solo decirles con todo esto solo me quedaban de 2 a 4 horas para dormir. No tenía tiempo para nada, pero ahora ya salí y les prometo publicar mucho, ahora les dejo estos capítulos, y pronto les diré una sorpresa, comenten y pasen los capítulos, un beso y que dios las bendiga.