12 abril 2012

Capitulo 23……… Detenernos ¿Deberíamos?


Lentamente nos separamos, abrí los ojos para encontrarme con los de él, con sus hermosos ojos color marrón, había un brillo hermoso en ellos, seguramente en los míos también, por fin, por fin había probado sus labios, después de meses en agonía los había probado, pero estaba mal era mi hermano, no podíamos seguir, baje mi mirada y lo empuje lentamente alejándolo de mi y saliendo de la pared donde me había atrapado.

Ninguno de los dos nos atrevíamos a mirarnos, aunque lo habíamos hecho con mucho amor estaba mal, era mi hermano, era de mi sangre, cruce los brazos formando un abrazo para mí misma, camine alejándome más, exactamente al otro lado de mi habitación.

Mientras trataba de bajar el calor que inundaba mi cuerpo en ese momento escuche pasos, pero no venían hacia mí, me di media vuelta y vi como Michael abandonaba mi habitación, llego a la puerta y la abrió, después el miro a donde yo me encontraba, me miro directamente a los ojos, para después seguir su camino y cerrar la puerta tras de él.

Exactamente al momento que vi la puerta cerrarse mi cuerpo cayó al suelo de rodillas llevándome las manos a mi rostro y llorando en ellas.

Elizabeth: ¿Qué hiciste? Elizabeth ¿¡Qué rayos hiciste!? (Me decía a mi misma) ¿Sabes en que problema te has metido?

Estaba totalmente enojada conmigo misma, no debí haberle respondido, no debí haberlo besado de esa forma, no debí dejar mis sentimientos tan expuestos.

“Maldita sea, es mi hermano, acéptalo jamás, aunque él te ame y tu a él, podrán hacerlo realidad, en primera si nuestros padres se enteraran nos iría muy mal. Dios mío, debí haberme detenido, pero es que no pude, Dios que estas haya arriba, que todo lo ve y todo lo sabe, tu sabes perfectamente que lo que siento por Michael es un sentimiento puro, sé que no debería sentirlo, pero es inevitable, me enamore de mi hermano, ¡Me enamore de mi hermano!”

Mi ser gritaba en mis adentros, mientras que se desahogaba haciéndome llorar, como pude me levante del piso y me recosté en la cama, tome una almohada y la abrace, intentaba conciliar el sueño, mas no podía, cada que cerraba los ojos lo miraba a él, miraba su sonrisa, sus ojos, sus labios. No sabía qué hacer cada vez que tocaba mis labios recordaba el roce de los suyos, el delicioso sabor que estos tenían se habían quedado impregnado en mis labios y no se iba, se intensificaba al pasar del tiempo, me hacia alucinar y querer volverlo a besar.

Después de horas dando vueltas en la cama tratando de despejar mi cabeza logre dormirme, logre cerrar mis ojos y que mi mente volara a otro mundo, mas no logre descansar. ¿Cuánto dormí? ¿2 o 3 horas? Mas o menos eso dormí, al poco rato de haberme dormido mi madre vino a mi habitación, toco un par de veces y entro.

Katherine: ¿Liz? (Abrí los ojos lentamente y me levante para verla) Ya está listo el desayuno…
Elizabeth: Claro mamá (Me senté en la cama) En 10 minutos bajo.
Katherine: Bien… te esperamos, no te tardes.

Salió cerrando la puerta y dejándome completamente sola, lleve mis manos a mi cara y la apreté, me sentía horrible, la culpa me mataba y aun, después de largas horas seguía sintiendo los labios de Michael contra los míos.

Sacudí la cabeza intentando disipar aquellos recuerdos de la noche pasada, camine a mirarme al espejo, vaya sorpresa la culpa se reflejaba en mi cara, pero en mis ojos había el mismo brillo que en los de Michael en la noche anterior, me recogí el cabello y así como estaba salí de mi habitación, al darme media vuelta me encontré con Michael que también se había dado media vuelta y había quedado enfrente de mí.

Nos quedamos unos momentos estáticos, solo nos mirábamos a los ojos, sentí como llevaba su mano a mi brazo, desvié la mirada comencé a caminar alejándome de él, sentí u mirada fijamente en mis pasos, pero no hice caso, camine más rápido.

Cuando llegue al comedor ya se encontraban todos, me senté en mi lugar de siempre, al lado de Janet, un tiempo después llego Michael y se sentó a mi lado, como era de costumbre, nos sirvieron el desayuno y comenzamos a comer, mi familia platicaba mientras que Michael y yo nos quedábamos cayados, a lo que todos notaron que algo estaba mal.

Joseph: ¿Se encuentran bien? (Los dos levantamos la mirada) Nunca se queda cayados…
Elizabeth: Yo no pase buena noche (Dije volviendo mi vista a la comida que consumía)
Katherine: ¿Por qué mi amor? (Me pregunto tiernamente)
Elizabeth: Por… por unos pequeño problemas… con Abril y Cintia…
Joseph: ¿Y tu Michael?
Michael: Tampoco pase buena noche, por problemas con Tatiana…
Katherine: ¿Con Tatiana? (Pregunto sorprendida)
Michael: Si… con ella, vino muy molesta ayer y nos peleamos (Suspiro con pesadez) La voy a terminar hoy.

Yo lo mire y todos nos quedamos completamente callados, todos se miraban entre sí, no era sorpresa saber que Michael tenía problemas con ella, pero jamás había hablado de terminarla.

Jackie: Hermano (Michael lo miro) ¿Estás seguro?
Michael: Ahora más que nunca, se metió con mi trabajo, que es lo que amo hacer y… (Me miro) Se metió con mi hermana y eso no se lo perdono.
Joseph: ¿Qué? (Nos miro y yo desvié la mirada) ¿Qué le hizo a Elizabeth?
Michael: Se…
Elizabeth: No importa lo que haya dicho… (Mire a Michael) Yo ya se vivir con eso (Dije recordando que se había burlado de mi enfermedad)
Joseph: Dime que te dijo…
Elizabeth: No me dijo nada que no me hayan dicho ya… (Lo mire) Prefiero olvidarme de eso ¿Si?
Joseph: Claro… recuerda que tu familia siempre te apoyara (Me tomo de la mano) A todos apoyaremos (Miro a cada uno de mis hermanos)

Después de eso el desayuno siguió igual, Michael y yo cayados y los demás platicando animadamente, sentía la mirada de Michael, sabía perfectamente que no la terminaba exactamente por qué había tocado el tema de mi enfermedad, sabía que era por mi culpa, por lo que sentía por mí, pero tenía que hablar con él. Terminamos el desayuno y cada uno se fue a sus labores, yo tome a Michael del brazo y lo jale para llevarlo a mi habitación, cuando llegamos cerré la puerta con seguro.

Elizabeth: No puedes terminar con Tatiana…
Michael: ¿Por qué no?
Elizabeth: Simplemente porque no debes.
Michael: No tienes ninguna escusa para que no la deje, es mas yo se que hasta te alegra (Dijo acercándose haciéndome retroceder) O me vas a decir que te gustaba que estuviera con ella.
Elizabeth: (Llegue hasta la puerta y nuevamente me atrapo ahí) A… a mí nunca me importo (Desvié la mirada)
Michael: (Me tomo de la barbilla y me hizo verlo) En cierta forma siempre note tus celos, al ver como la besaba… (Me miraba a los ojos haciéndome que me perdiera en ellos) Pero te digo algo… siempre que la besaba imaginaba tu rostro, imaginaba que a la que besaba era ti, ella desaparecía y aparecía la persona que de verdad amo, que es a ti.

Lo sabía, todo lo que me decía era verdadero, el me amaba tanto como yo a él, sin pensarlo dos veces me avance sobre él para poder besar sus labios, el me abrazaba uniéndome más a él y me besaba de la misma forma que yo, me separe un poco de él quedando frente a frente.

Elizabeth: Yo también te amo, pero esto no está bien (Dije muy triste)
Michael: Lo sé, pero ¿Qué hacemos con lo que sentimos?
Elizabeth: Creo que lo mejor sería detenernos…
Michael: Pero eso es lo que no quiero, yo quiero besar a la persona que yo amo, por eso no quiero seguir con Tatiana.
Elizabeth: Pero aunque termines con ella… tu y yo no podremos estar juntos (Lo mire seria) En primera porque somos hermanos y nuestros padres no lo permitirían.
Michael: Ellos no tienen porque saberlo…
Elizabeth: ¿Qué?
Michael: Por favor, ellos jamás se enteran…

Me rogaba con la mirada, pero después unió nuevamente nuestros labios, Dios con sus besos me hace responderle si a todo, lentamente se separo de mí esperando una respuesta.

Elizabeth: Michael… no se qué hacer… (Lo mire) Déjame pensarlo…
Michael: Te daré todo el tiempo que quieras (El me sonrió y se alejo de mi, liberándome) Por el momento tengo algo muy importante que hace.
Elizabeth: ¿De verdad terminaras con ella?
Michael: Por ti, dejaría a todas las mujeres del mundo.

Me sonrió y yo a él, salió de mi habitación y yo me fui directo a mi ventana, lo vi salir por la puerta principal y lo vi perderse sabiendo que iría a la casa de Tatiana. Una gran sonrisa se formo en mi cara, pero luego fue sustituida por miedo.

¿Qué deberíamos hacer? Yo amaba a Michael y quería estar con él, pero sabía perfectamente que lo que estábamos haciendo estaba mal, muy mal, pero ¿Debíamos detenernos? Sí, creo que si debíamos pero no podíamos, no queríamos, Dios mío ayúdanos, danos una señal de que era lo que deberíamos hacer, solo tú sabes lo que de verdad debemos hacer, detenernos o seguir.

03 abril 2012

Capitulo 22……… ¿Locos?


Yo me quede sorprendida, por un momento me dio miedo que de verdad notara que era verdad, pero no dejaría que lo hiciera.

Elizabeth: ¿¡Qué!? (Dije sorprendida) ¿Estas loca o algo parecido?
Tatiana: No, no estoy loca, estaría muy idiota si no me diera cuenta…
Elizabeth: Eres una enferma.
Tatiana: Ustedes dos son los enfermos (Nos miro enojada) Lo peor es que ninguno lo va a admitir, pero bien saben que es verdad.
Elizabeth: ¿Cómo puedes tenerme celos? Tatiana es mi hermano… ¡Mi hermano!
Tatiana: Pero bien que te gustaría que no lo fuera… No solo tienes la enfermedad de la piel blanquita, si no también tienes una grave enfermedad en la cabeza.
Michael: Tatiana mide tus palabras…
Tatiana: Vamos, desmiéntanme, dime que no están enamorados mutuamente.
Elizabeth: Mira a mi no vas a insultarme así que mejor lárgate antes de que te parta tu linda cara ¿quieres?

Ella empezó a caminar y me golpeo el hombro, yo intente golpearla pero Michael me detuvo, pero ¿Tanto se me notaba? No, claro que no podía no podía notárseme tanto, yo solo me zafe del agarre de Michael y camine hacia adentro de la casa, Michael me seguía pues escuchaba sus pisadas.

Subí las escaleras y entre a mi habitación, cuando intente cerrar la puerta escuche que tardo en cerrar lo que significaba que Michael la había detenido, yo solo me senté en mi cama mirando a la ventana y sentí como el se sentó a mi lado.

Michael: Liz siento que haya escuchado eso…
Elizabeth: Es que ¡Por Dios Tatiana está loca! ¿Cómo se le ocurre decir eso?
Michael: Liz yo…
Elizabeth: (Lo interrumpí estaba muy alterada) Una cosa es decir un chorro de tonterías pero meterse con mi enfermedad no puede (Dije llorando de coraje al recordar “blanquita”)

Empecé a caminar por toda la habitación, estaba enojada y muy dolida, pues meterse con mi enfermedad siempre me ponía mal y claro hoy no era la excepción, decía cosas que ni yo me entendía, ya que al llorar decía las cosas rápido y casi inentendibles.

Pero había algo que me perturbaba ¿De verdad se notaba tanto el amor que sentía por Michael que se había dado cuenta? No, no podía ser, no debía ser, creo que eso era lo que en ese momento me tenía mas alterada.

Michael: Elizabeth (Me tomo de los brazos y me inmovilizo) Por favor Liz relájate.

Solo me abrace a él y llore sobre su pecho, el me abrazaba y acariciaba el cabello, sentía dolor y angustia, pero en sus brazos, todo, absolutamente todo era diferente, mis llanto fue cesando y nos quedamos así unos instantes, podía respirar su aroma, su delicioso aroma, sentir sus latidos y su respiración cerca de mí.

Me relajaba estar tan cerca de él, volvía a sentir que le importaba y mi mundo dejaba de dar vuelta con solo tenerlo así, sentí como poco a poco se separaba de mi, muy poco, y me tomaba de la cara una mano, me miraba sin emitir sonido, solo me miraba a los ojos buscando algo adentro de ellos.

Michael: ¿Le crees a Tatiana? (Pregunto después de un tiempo)
Elizabeth: Yo… claro que no, tu eres mi hermano (Me separe de él y me di media vuelta) Es una tontería lo que ella dijo.
Michael: Si tienes razón (Seguía sin mirarlo) Pero… ¿Si es verdad?

Me quede por un momento estática, ¿Había escuchado bien? Al parecer sí, con miedo y muy lento me di la vuelta para verlo, estaba unos metros de él.

Elizabeth: ¿Qué? (Dije en susurro)
Michael: Que… ¿Qué pasaría si fuera verdad? (Dijo seguro y viéndome a los ojos)
Elizabeth: (Me puse nerviosa) Diría que… estas bromeando, eres mi hermano…
Michael: Si (Dijo frustrado) ¡Eso es lo que más me molesta! (Dijo enojado y se acerco a mi tomándome de los brazos y acercándome a él) ¡Odio ser tu hermano!

Me miraba buscando mi aprobación, yo solo lo miraba sorprendida y no podía emitir palabra, no podía decirle que yo sentía lo mismo, que deseaba que no fuera mi hermano.

Elizabeth: ¿Qué estás diciendo?
Michael: Elizabeth, te estoy diciendo que todo, absolutamente todo, lo que dijo Tatiana era verdad… que cada vez que te veo que te interesas por otro chico me revuelven el estomago los celos, que quiero ser yo el que pueda poner en tus ojos esa mirada de amor, que quiero ser yo quien pruebe tu labios una y otra vez, que te amo, desde el primer día que te vi, cuando entraste a mi habitación el día de nuestro cumpleaños, mis ojos te miraron diferente, no con ese amor de hermano, si no el amor que siente un hombre por una mujer, el amor que solo Dios puede conceder.

Me quite las manos de Michael de mis brazos y me aleje de él, él me miraba sorprendido, no se esperaba esa reacción de mi, la verdad yo tampoco me la esperaba, lo mire detenidamente y él se fue acercando hacia mi mientras yo me caminaba hacia atrás.

Elizabeth: No, Michael eres mi hermano, no puedes sentir esto por mi…
Michael: Eh intentado cambiar el sentimiento, por eso estoy con Tatiana, pero no puedo, tú te metiste en mi corazón y no quieres salir de ahí (Llegue hasta la pared y él me evito la pasada poniendo sus brazos a mis costados)
Elizabeth: Por favor, Michael aléjate.
Michael: Mírame a los ojos y dime que no sientes lo mismo que yo, que no me quieres más que como un hermano y haré todo lo posible para olvidar lo que siento por ti.
Elizabeth: (Lo mire) Yo… yo no…

Sin que me dejara pronunciar las palabras me calló, acabo con la única distancia que existía entre él y yo y unió nuestros labios, puse mis manos en su pecho para evitar que avanzara pero fue en vano, pues cuando mi cabeza termino de analizar lo que pasaba me hizo contestarle el beso, haciendo que mis manos subieran para enrollarse en su cuello mientras movía mis labios al mismo ritmo que los de él.

Mi mente dejo de pensar, pues sentir sus labios me tenían muy descontrolada, me borraba por completo la mente y no me dejaba pensar coherentemente.

“Elizabeth, detente, es tu hermano esto está muy mal, deja de besar a tu hermano”

Decía mi cabeza, pero no lograba hacerle caso, pues mientras más pasaba más nos uníamos, mas cercas estábamos, el me toma de la cintura y me unía mas a su cuerpo, por fin estaban sus labios junto a los míos, bailando un hermosa danza que solo podían bailar dos personas.

Poco a poco nuestra respiración se fue acelerando y nuestros latidos incrementaron drásticamente, debíamos detenernos, estaba mal, pero no podíamos, no queríamos separa nuestros labios, queríamos seguir disfrutando de nuestros alientos pues sabíamos que después de este momento, nunca más lo volveríamos a repetir, no debíamos repetirlo.

01 abril 2012

Capitulo 21……… ¿La Verdad?


+15 de noviembre de 1975+

Nos encontrábamos en el estudio, donde “The Jackson´s” practicaban, pronto se presentarían en una televisora y estaban próximos a grabar un disco nuevo, mis hermanas, mis padres y yo los mirábamos ensayar, aunque mi padre los miraba atento, prestando demasiada atención a que no se equivocaran y eso hasta a mi me daba miedo.

Ya hacia algo que habíamos venido de Toronto, Gianluca me había enviado cartas, muchas cartas y arreglos de flores con notas que decían que lo perdonara, pero creo que me había lastimado demasiado como para perdonarlo, mi padre y mi madre me habían preguntado sobre él, yo solo me limite a responderles que fue algo pasajero que por fin paso y que no volvería a cometer el mismo error.

Mientras el tiempo pasaba los chicos terminaron de ensayar y yo ya quería salir de aquel encierro, no era que no me gustara ver ensayar a mis hermanos, pero a veces es necesario respirar aire fresco, salimos del estudio y nos subimos a la camioneta, yo iba en la ventana dejando que el aire fresco me relajara, en estos días me había sentido un poco mal, no tenia ánimos y casi no sonreía, ¿Cómo iba a sonreír si Tatiana se la pasaba besando y haciéndole arrumacos a Michael en mi cara?

Si como pueden ver, el amor que sentía por Michael seguía ahí latiendo y golpeando mi pecho, causándome dolor y graves quemaduras que se hacían más grandes cuando Tatiana me decía “cuñadita” o cuando ella besaba a Michael, pero… ¿Qué podía hace? Absolutamente nada, ella era su novia y Michael… bueno el era mi hermano, por más que quisiera o añorara tenerlo como ella lo tiene no podía, simplemente él no era para mí, pero… ¿Quién era para mí? Siempre tenía que irme mal en el amor, más bien el amor no es para mí.

Por lo menos Ignazio me ayudaba desde lejos, me dejaba contarle mis cosas por medios de cartas y él me respondía y me daba ánimos, mientras mis amigas del colegio en el que estaba no me habían mandado alguna carta desde hacía ya mucho tiempo, la última carta que había recibido de Abril me decía que no todo iba bien:

“Hola querida amiga;

Sé que hacía mucho que no te escribía, pero bueno han pasado muchas cosas que quisiera contarte, solo empezare diciéndote que te extraño mucho y que me gustaría verte así como a la loca de Cintia, me acuerdo mucho de las cosas que hacíamos en el instituto y las extraño de verdad.

¿Qué te puedo decir de mi vida? Mi padre se la mantiene trabajando y mi madre… bueno ella esta normal, sé que no debo preocuparte con mis problemas, pero de verdad necesito desahogarme con alguien, mi padre ya casi ni lo veo y es muy difícil para mí. También el poco tiempo se ha vuelto insoportable, hay veces que quisiera largarme de mi casa, no lo hago porque no sabría a donde ir.

Lo que me mantiene aquí también es mi pequeño hermano, lo adoro y esto me da fuerza de seguir, espero que no te incomoden mis problemas y que pronto me envíes una repuesta de cómo te encuentras.

Abril.”

Mas o así, no solo Abril sufría sino también Cintia.

“Hola Liz:

Comenzare diciéndote que te extraño demasiado, los días en mi casa cada vez son peores, mi padre y su maldita esposa no me dejan en paz y si no es peor, está embarazada, inclusive la muy cínica ya me ha puesto “sobre aviso”, me atormenta con tonterías que termino creyéndome, me dice cosas como “Cuando nazca este bebe tu ya no le importaras a tu padre” me ha puesto los pelos de punta y ya no se qué hacer, se que te atormento con casa uno de mis pesares pero necesito contártelos.

Pero bueno no todo es malo, posiblemente en el siguiente año viajare a Estados Unidos, es un viaje de negocios de mi padre y como quiere que yo me haga cargo de la empresa me llevara para ver como se hacen los contratos y como se deben de tratar a los clientes, espero que pueda verte y así poder sentirme más en paz, ya que tu eres la única que logra relajarme.

Te quiero mucho amiga, espero verte pronto.

Cintia.”

Mis amigas no andaban en sus mejores días y claro esta yo era el balance de cada una, no podía decirles que yo también me estaba desmoronado, así que se podría decir que mentí un poco en las cartas que les envié a cada una, pero desde ahí ya no había recibido noticias de ninguna, lo que me ponía mas mal de lo que ya me encontraba, así que solo me refugiaba en las cartas que le enviaba a Ignazio ya que ni Michael se preocupaba por lo que me sucedía y eso de verdad me entristecía.

Llegamos a la casa y cada uno tomamos para nuestro camino, mis hermanos venían cansados y yo totalmente fastidiada, mis padres claramente veían mi humor, mas no querían meterse en ello, segundo lo que había escuchado tras las puertas pensaban que “es la pubertad” podría ser, no lo negaba, pero era más el dolor de perder a mi hermano como una vez me dijo Tatiana.

{Flashback}

Elizabeth: Como lo extrañaba (Dije dando un gran suspiro y para mi misma)
Tatiana: Se nota, se ve que lo quieres mucho (Dijo de muy mal modo)
Elizabeth: Si fíjate que si, lo quiero y mucho, es mi hermano preferido.
Tatiana: Espero que no seas una hermana celosa.
Elizabeth: ¿Por qué eh de serlo? Ni siquiera tiene novia.
Tatiana: Pero pronto lo tendrá queridita y el tiempo para estar contigo se acabara (Dijo mientras se ponía enfrente de mí y me tomaba del hombro)
Elizabeth: Pues bueno, si eso pasa, no creo que tú seas la novia que está buscando porque si no ya se te hubiera declarado ¿No queridita?

{Fin del flashback}

Y ni pensar, sus palabra parecieron de profeta, en semanas lo que me dijo se hizo realidad, Michael le pidió que fuera su novia y peor aún, me había hecho a un lado, me imagina la buena regocijada que se ha estar echando aquella chica por saber que de alguna forma había perdido el cariño de mi hermano, de mi gemelo.

Subí a mi habitación a encerrarme a escuchar música y desahogarme donde tanto tiempo lo había empezado a hacer, si un pequeño libro con hojas en blanco donde escribía cada una de mis penas y pesares para así poderme desahogar, al parecer si servía porque despues de escribir ahí, un gran peso de encima, mas no era seguro escribir ahí, por lo que cada vez que salíamos lo guardaba muy bien, era un libro muy lindo, era de una pasta café oscuro con acabados en color plata que formaban pequeñas flores, era el único recuerdo que me quedaba de mi instituto que ya para estas fechas ya debió haber sido demolido.

Las horas pasaron y yo termine de escribir en aquel libro, lo guarde bien y baje a la cocina por un vaso de agua, no vi a ninguno de mi familia ni en la sala, ni en el comedor, al parecer todos estaban en sus habitaciones, me acerque por mi agua y mientras la tomaba escuchaba unos ruidos afuera, como toda persona curiosa me acerque a la ventana para poder escuchar mejor.

******: ¿Cómo quieres que me ponga Michael?
Michael: Tatiana por Dios, es mi trabajo, cuando éramos amigos no te importaba que pasara horas en el estudio…
Tatiana: ¡Exacto! (Se enfado) Ahora soy tu novia, debes tener más tiempo para mi…
Michael: ¿Cómo? ¿Pretendes que deje de ensayar con mis hermanos por ti?
Tatiana: Si eso quiero, no puede ser que me dedique menos tiempo que a tus hermanos… incluso has cambiado mucho desde que Elizabeth esta aquí.
Michael: ¿Qué? (Pregunto confundido) ¿Por qué metes a Elizabeth en esto? Ella no tiene nada que ver.
Tatiana: Claro que si, ella se te ha metido por los ojos pareciera como… (Se quedo callada)
Michael: ¿Parece como si qué?
Tatiana: ¡Como si estuvieras enamorado de tu hermana! (Dijo enfurecida)
Elizabeth y Michael: ¿Qué? (Claro yo lo dije más bajito)
Michael: ¿Estas loca Tatiana?
Tatiana: Niégame que no te enamoraste de tu hermana.
Michael: ¿Sabes? Estas diciendo puras incoherencias, no quiero seguir escuchándote…

Cuando Michael se dio la vuelta yo sentí que debía salir corriendo hacia él y eso hice, pero al momento que me acerque Tatiana intento darle una cachetada a lo que yo la detuve y me puse enfrente a ella, entre los dos.

Elizabeth: ¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre intentar golpear a Michael?
Tatiana: ¿Tu porque te metes?
Elizabeth: Me meto porque es mi hermano y no dejare que nadie lo golpe, él no te puede golpear, pero haber metete conmigo…
Michael: (Me agarro de los brazos) Sera mejor que te calmes…
Elizabeth: No puedo, ósea como se atreve a gritarte y quererte golpear.
Tatiana: ¿Sabes qué? Ya me di cuenta que Michael aquí no es el único loco…
Elizabeth: ¿De que estas hablando?
Tatiana: De que se nota ¡Que tu también estas enamorada de tu hermano!