06 mayo 2012

Capitulo 24……… Susto.


{Narrando Michael}

Le había dicho, por fin se lo había confesado y ella me había correspondido, en mis labios se encontraban los de ella, se encontraba su sabor, se encontraba su deliciosa escancia, la amaba, de eso estaba seguro, mas ella tenía razón, si nos amábamos pero que íbamos a hacer, nuestros padres no lo permitirían, éramos hermanos, no deberíamos sentir esto, pero para mí era imposible dejarla de amar.

Comencé a caminar alejándome de mi casa, yendo a la de Tatiana, claro que la dejaba por Elizabeth, ahora que sabía que me amaba no la dejaría ir, pero también la dejaba por haberse metido con la enfermedad de Elizabeth, podía decirme a mi todo lo que quisiera pero con mi familia y con el amor de mi vida nadie se metía.

Llegue y después de un largo suspiro toque la puerta, espere unos momentos a que me abrieran la puerta y la primera en abrir fue su madre.

Mamá de Tatiana: Hola Michael ¿Qué pasa?
Michael: Hola señora… esta Tatiana.
Mamá de Tatiana: Si, ahorita le digo que venga (Se hizo a un lado) ¿Gustas pasar?
Michael: No, lo que vengo a decirle no tardara mucho.
Mamá de Tatiana: Muy bien, ahorita vengo.

Ella se alejo y yo la espere a que regresara, después de unos minutos Tatiana llego, al parecer veía con una sonrisa pero al ver que yo no le correspondía su sonrisa, su cara cambio y se volvió seria.

Tatiana: ¿A qué has venido?
Michael: A hablar contigo.
Tatiana: ¿De qué? ¿Te vienes a disculpas? (Dijo acercándose)
Michael: (Yo me aleje) ¿Disculpar? ¿De qué? Tú fuiste la que empezó la pelea anoche.
Tatiana: ¿Entonces a que has venido?
Michael: Eh venido a hablar contigo… a terminar bien las cosas.
Tatiana: ¿Qué?
Michael: Como escuchaste, quiero terminar contigo (Dije tajantemente)
Tatiana: ¿Qué? Pero tú no puedes terminar conmigo…
Michael: ¿No puedo terminar contigo? (Reí irónicamente) Tatiana ya termine contigo…
Tatiana: Si me dejas Michael te vas a arrepentir eso te lo aseguro.
Michael: Mira no me amenaces, que ya bastante estoy enojado contigo.
Tatiana: Enojado ¿Enojado porque te dije la verdad?
Michael: No, porque te metiste con la enfermedad de Elizabeth, sabes perfectamente como le daña eso, a mi me podías decir todo lo que quieras pero con ella no te metes.
Tatiana: Esto me lo vas a pagar Michael… y también tu querida hermanita.

Me miro enojada y me dio una cachetada, yo me lleve la mano a mi mejilla y la mire, solo me miro con odio y cerró la puerta en mi cara y claramente escuche como corría escaleras arriba, yo solo di un suspiro y me di media vuelta y comencé a caminar de regreso a mi casa, pero antes de llegar había una florista, me acerque a ella y mire sus flores, tenían todo tipo de flores cada una más hermosa, hasta que mi vista se fijo en una rosa color blanca, se la compre a aquella florista y comencé otra vez a caminar hacia mi casa, cuando llegue subí corriendo las escaleras hacia el cuarto de Liz, cuando llegue la encontré recostada sobre su cama y con los audífonos puestos, cerré la puerta con seguro y comencé a avanzar hacia ella.

Cuando estuve cerca de ella la mire, tenía los ojos cerrados y se miraba completamente hermosa, pero no estaba dormida pues movía la cabeza al son de una canción, me senté lentamente sombre la cama y ella sonrió, quito sus audífonos pero siguió con los ojos cerrados, me acerque a ella y comencé a acariciar su rostro con la rosa, ella me sonreía y yo a ella aunque no pudiera verme, me acerque y después fueron mis labios quienes acariciaban sus mejillas, para después rosar sus labios, ella abrió los ojos y me miro.

Michael: (Aun cerca de ella) Ya no tenemos porque detenernos.
Elizabeth: ¿Ya eres libre?
Michael: (Le sonreí) Si, ya lo soy.

Ella me sonrió y luego me tomo del cuello para besarme, me sorprendió pero no tarde en contestarle aquel beso, amaba sus labios y después de meses necesitado de sus labios no podía negarme a seguir probándolos, eran dulces, suaves, cálidos, eran los labios perfectos y ahora solo me besaban a mí, eso labios eran míos y no los soltaría jamás.

Por un momento el mundo desapareció y ahora solo importábamos nosotros, importaba nuestro presente ¿Qué importaba lo que nuestros padres dirían? Ahora estábamos nosotros en primer lugar, ahora estaban nuestros sentimientos, nuestros momentos, ya no nos importaban lo que los demás dijeran ahora solo éramos nosotros.

{Fin de la narración de Michael}

{Narrando Elizabeth}

Michael era libre, ahora era mío, poda besarlo sin temer a que estuviera engañando a alguien, eso me encantaba, estaba recostado sobre de mí y me besaba mientras acariciaba mi cintura, yo subí mis manos y acaricie sus mejillas, pero al tocar su mejilla derecha el gimió de dolor.

Elizabeth: ¿Qué paso?
Michael: No nada… (Se acerco para volverme a besar y yo lo rechace) Es enserio…

Lo aleje sentándolo en la cama mientras yo imitaba sus movimientos, lo mire y el volteo a la derecha escondiendo la mejilla derecha, yo lo tome de la barbilla volteándolo al lado contrario y así ver su mejilla, estaba roja y demasiado inflamada.

Elizabeth: ¿Qué te paso? (Pregunte asustada)
Michael: No es nada (Dijo volteándome la cara)
Elizabeth: ¿Cómo que nada? (Dije exaltada) La mejilla está a punto de explotar (Me miro con cierto miedo en los ojos) ¡Esa maldita! (Me levante de la cama)
Michael: (Se levanto y me tomo de los brazos) Liz cálmate.
Elizabeth: ¿Cómo quieres que me calme? Mira como te dejo la mejilla esa (Me solté y comencé a caminar por la habitación) La voy a matar… la voy a matar.

Comencé a caminar hasta la puerta pero antes de tomar la perilla Michael me tomo de la cintura alejándome de ella y luego cargándome en su hombro.

Elizabeth: Bájame ahora mismo.

Pateaba y gritaba, pero él no me respondía, me alejo de la puerta y me llevo a mi cama ahí me tiro y se puso sobre de mi impidiéndome salir, yo me revolcaba en la cama tratando de liberarme pero no podía, hasta que me tomo de las muñecas y las puso a mis costados.

Elizabeth: Suéltame ahora.
Michael: No…
Elizabeth: Que me sueltes… tengo que hacer que esa idiota pague.
Michael: Que no… (Se acerco a mi rostro) Por no mejor, toda esa energía la desquitas conmigo en ves que con ella.

Comenzó a besarme de nuevo, yo al principio palie con él, pero después sus besos fueron idiotizándome haciendo que se me olvidara todo, pero en el momento donde mezclábamos nuestras emociones la perilla de mi habitación comenzó a moverse y con ella la puerta.

1 comentario:

  1. Espera quieres decir me que ya salen? WHO WHO WHO W-H-O-O-O! Que genial avanza la novela, me encanto, me pasare a leer los siguientes capitulos que me faltan ¡un beso!:)

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